martes, 9 de septiembre de 2014

¡La historia Aventurera! PART 2.

¡Hola!
Os dejo con la segunda parte. Siento mucho no haber puesto la música antes, os dejo ésta vez con la que os debía:


Me gustó bastante y me ayudaba en la escritura de la historia, aparte de darme ideas nuevas. No me preguntéis cómo pero me las da. Bueno, pues ya llega la 2ª parte en 3, 2, 1...


 -¿Cómo te llamas? - preguntó el chico, que, al reconocer que el territorio era Ooo le asocié con Finn.
 -Siren, pero eso no es de tu incumbencia. ¿Y tú qué? - pregunté para no levantar sospechas.
 -Me llamo Finn - respondió. -. Y él es Jake - añadió señalándole -. Por cierto, ¿por qué le gritabas al árbol? 
 -No le gritaba al árbol - dije secamente -. Dentro de éste hay una especie de... A ver... ¿Cómo se dice en inglés esa palabra que define un agujero que, al entrar en él, pasas a otra dimensión?
 -¿Portal? - preguntó.
 -Sí, un portal. Y al otro lado está mi cuarto - dije.
 -Entonces es por eso que intentabas subir, ¿no es así? - intervino Jake.
 -Um... Sí. - afirmé.
 -Bueno, si quieres te ayudamos a subir - respondió Finn.
 -Está bien. - dije.
 En ese instante oímos un ruido proveniente del mismo árbol. Era de mi prima, que se cayó al portal rodando.
 -¡Siren! - gritó Maiken.
 -¡Hola Maiken! - dije abrazándola.
 Mientras nos abrazábamos, me di cuenta de que Finn y Jake nos estaban observando algo sonrientes.
 -¿Es tu prima? - preguntó Jake.
 Maiken afirmó sonriente. Vi que, al tirarse, se había hecho un raspón. Cogí un pañuelo y se lo puse en la herida. Luego fui a ver el portal, pero...
 -¡Estupendo! ¡Se ha cerrado! - grité preocupada y furiosa. - ¿Hay alguna otra forma de salir de aquí?
 -No lo sé - respondió Finn dubitativo.
 -¡Tienes que ayudarnos! - grité furiosa a la vez que le cogía de la solapa de su camiseta - ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!
 -¡Hey! ¡Deja de zarandear a mi "tron"! - dijo molesto Jake.
 -Lo siento - respondió Finn -, yo no sé nada de eso. Pero si quieres os acobijamos mientras esto se soluciona.
 -¿Y cuándo llegarán las ayudas? - dije estresada.
 -...Mañana. - respondió.
 -Quiero ver a mamá - se quejó Maiken.
 Estuvimos discutiendo los tres, mientras que mi prima se pasaba el rato exigiendo ver a mi tía.
 -¡MAMÁ! - gritó Maiken muy fuerte, seguido de un fuerte llanto.
 Todos nos quedamos mirando el rostro apenado de la pequeña. Fui a acudir a su llanto. Logré hacer que pare de llorar, pero estaba aún triste. Finn también la ayudó. La subí a mis hombros y fuimos a la casa que ellos tienen. Es exactamente igual que en la serie, pero se veía, no sé, como mejor, seguramente porque lo estaba viendo con mis propios ojos y no a través de una pantalla. Bajé a Maiken y comenzaron a enseñarnos toda la casa. Mientras, yo sacaba fotos a escondidas, sonriente en mi interior, para inmortalizar el momento. Les di las gracias con todo mi corazón, por haber sido tan hospitalarios con nosotras, especialmente con Maiken, que era a quien me preocupaba sobre todo, incluso más que a mí misma. A eso de la cena, Finn me dijo:
 -Hey, no te he visto sonreír en todo el día. ¿Qué te pasa?
 -Nada. - respondí secamente.
 -Es porque ella estuvo dentro de un tren que se chocó - interrumpió Maiken.
 Al instante me vino un recuerdo de aquel accidente, veía el metro en el que iba volcar o algo así. Observé a gente chocándose junto a barandillas y a los bancos del mismo, incluso unos contra otros. No sé cómo describíoslo, pero era verdaderamente horrible.
 Tras el recuerdo, con el cuchillo que sostenía con la derecha, lo clavé en la mesa. Acto seguido, cogí a Maiken de la solapa del cuello de su blusa y enseguida llegó alguien y me agarró muy fuerte del hombro derecho. La mente dejó de "nublarse", digamos. Miré a mi alrededor. Observé el rostro asustado de Maiken, cómo lloraba temblorosa, y el cuchillo clavado en esa mesa de madera. Luego miré hacia arriba lentamente. Era Finn, que, aparte, Jake estaba protegiendo a Maiken del ataque que casi iba a dar contra ella. Todo lo vi entre lágrimas. Me tiré al suelo y comencé a llorar desesperadamente a la vez que me disculpaba. Salí a los pocos segundos al exterior a tomar el aire. La noche era calurosa para mi gusto. Hacían, no sé, 25ºC o por ahí. Yo estoy acostumbrada a noches de 12ºC, y... ¡Ojo! Hablamos del verano.
 -Hey, ¿pero por qué te comportas de una manera tan extraña? - Dijo Finn.
 -Eso no te incumbe - dije enfadada.
 -Vamos, explícamelo. - insistió.
 -No. - dije
 -Porfa... - siguió insistiendo él.
 -Que no... - seguí.
 -¡Porfa! - dijo con cara de perrito abandonado. - ¡Y que sepas que es la primera vez que trato así a la gente!


¡Pues espero que os guste la segunda parte! Siento mucho que la historia sea algo melancólica, pero creo que va a haber pocas. Pronto comenzaré con la tercera. También quise poner al final de esta parte a Finn eso de "¡Y que sepas que es la primera vez que trato así a la gente!" porque creo, he dicho creo, que él se comportaría así ante "x" personas. ¡Ah! Mañana vuelvo a "mi celda", es decir, al instituto. Comienzo un curso más duro aún, y dudo mucho que tenga tiempo para escribir... Bueno, pues pasad un...


¡Buen día!

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